Tabla De Contenido
PASOS PARA ELABORAR UNA TABLA DE CONTENIDO
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Notas
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los estilos de título integrados.
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contenido.
• 1.
Sida
• 2.
Diferencia entre infección por VIH y padecimiento del sida
3. Introducción
3.1. Categoría A: pacientes con infección
primaria o asintomática.
3.2. Categoría B: pacientes que presentan o
hayan presentado síntomas que no pertenecen a la categoría C, pero que están
relacionados con la infección de VIH:
3.3. Categoría C: pacientes que presentan o
hayan presentado algunas complicaciones incluidas en la definición de sida de
1987 de la OMS:
3.4. Procesos cronificados: bronquitis y
neumonía.
3.5. Procesos asociados directamente con el
VIH:
3.6. Procesos tumorales:
4. Historia
5. Conocimiento actual de la enfermedad
6. Estado actual
7. Las mujeres y el sida
8. Prevención
8.1. Penetración
8.2. Sexo oral
8.3. Vía parenteral
8.4. Circuncisión
8.5. Resistencia natural
8.6. Saliva
8.7. Abstinencia
8.8. Monogamia
9. Tratamiento
10. La proteína SEVI
11. Teorías disidentes
11.1. Posición con mayor consenso en la
comunidad científica
1. Sida
Síndrome
de inmunodeficiencia adquirida (sida)
El sida
o SIDA (acrónimo de síndrome de inmunodeficiencia adquirida), también abreviada
como VIH-sida o VIH/sida, es una enfermedad que afecta a las personas que han
sido infectadas por el virus de la inmunodeficiencia humana (VIH). Se dice que
alguien padece de sida cuando su organismo, debido a la inmunodeficiencia
provocada por el VIH, no es capaz de ofrecer una respuesta inmune adecuada
contra las infecciones.
2. Diferencia entre infección por VIH y
padecimiento del sida
Cabe
destacar la diferencia entre estar infectado por el VIH y padecer de sida. Una
persona infectada por el VIH es seropositiva y pasa a desarrollar un cuadro de
sida cuando su nivel de linfocitos T CD4, células que ataca el virus, desciende
por debajo de 200 células por mililitro de sangre.
El VIH
se transmite a través de los siguientes fluidos corporales: sangre, semen,
secreciones vaginales y leche materna.1
El Día
Mundial de la Lucha contra el Sida se celebra el 1 de diciembre.
3. Introducción
El sida
consiste en la incapacidad del sistema inmunitario para hacer frente a las
infecciones y otros procesos patológicos, y se desarrolla cuando el nivel de
Linfocitos T CD4 desciende por debajo de 200 células por mililitro de sangre.
Para
defenderse de esta producción de virus, el sistema inmune de una persona
produce muchas células CD4 diariamente. Paulatinamente el número de células CD4
disminuye, por lo que la persona sufre de inmunodeficiencia, lo cual significa
que la persona no puede defenderse de otros virus, bacterias, hongos y
parásitos que causan enfermedades, lo que deja a la persona susceptible de
sufrir enfermedades que una persona sana sería capaz de enfrentar, como la
neumonía atípica y la meningitis atípica. Estas enfermedades son principalmente
infecciones oportunistas. Dado que el organismo posee mecanismos de control de
crecimiento celular dependiente de células CD4, la destrucción progresiva de
estas células ocasionará que estos mecanismos no sean adecuadamente regulados,
lo que origina en consecuencia la presencia de algunas neoplasias (cáncer) que
no ocurrirían en personas «sanas». El VIH, además, es capaz de infectar células
cerebrales, causando algunas afecciones neurológicas.
En la
siguiente tabla se contemplan los diferentes estados de la infección por VIH.
3.1.
Categoría A: pacientes con infección primaria o asintomática.
3.2.
Categoría B: pacientes que presentan o hayan presentado síntomas que no
pertenecen a la categoría C, pero que están relacionados con la infección de
VIH:
• Angiomatosis bacilar.
• Candidiasis vulvo-vaginal, o
candidiasis oral resistente al tratamiento.
• Displasia de cérvix uterino o
carcinoma de cérvix no invasivo.
• Enfermedad pélvica inflamatoria (EPI).
• Fiebre menor a 38,5 °C o diarrea, de
más de un mes de duración.
• Herpes zóster (más de un episodio, o
un episodio con afección de más de un dermatoma.
• Leucoplasia oral vellosa.
• Neuropatía periférica.
• Púrpura trombocitopénica idiopática
(PTI).
3.3.
Categoría C: pacientes que presentan o hayan presentado algunas complicaciones
incluidas en la definición de sida de 1987 de la OMS:
• Infecciones oportunistas:
o Infecciones bacterianas:
o Septicemia por Salmonella recurrente
(diferente a Salmonella typhy).
o Tuberculosis.
o Infección por el complejo Mycobacterium
avium (MAI).
o Infecciones por micobacterias atípicas.
o Infecciones víricas:
o Infección por citomegalovirus (retinitis o
diseminada).
o Infección por el virus del herpes simple
(VHS tipos 1 y 2), puede ser crónica o en forma de bronquitis, neumonitis o
esofagitis.
o Infecciones fúngicas:
o Aspergilosis.
o Candidiasis, tanto diseminada como del
esófago, tráquea o pulmones.
o Coccidiodomicosis, extrapulmonar o
diseminada.
o Criptococcosis extrapulmonar.
o Histoplasmosis, ya sea diseminada o
extrapulmonar.
o Infecciones por protozoos:
o Neumonía por Pneumocystis jiroveci.
o Toxoplasmosis neurológica
o Criptosporidiosis intestinal crónica.
o Isosporiasis intestinal crónica.
3.4.
Procesos cronificados: bronquitis y neumonía.
3.5.
Procesos asociados directamente con el VIH:
o Demencia relacionada con el VIH
(encefalopatía por VIH).
o Leucoencefalopatía multifocal progresiva.
o Síndrome de desgaste o wasting syndrome.
3.6.
Procesos tumorales:
o Sarcoma de Kaposi.
o Linfoma de Burkitt.
o Otros linfomas no-Hodgkin, especialmente
linfoma inmunoblástico, linfoma cerebral primario o linfoma de células B.
o Carcinoma invasivo de cérvix.
El VIH
se multiplica, después de la fase aguda primaria de la infección, en los
órganos linfoides, sobrecargándolos con un esfuerzo que termina por provocar
una reducción severa de la producción de linfocitos. El debilitamiento de las
defensas abre la puerta al desarrollo de infecciones oportunistas por
bacterias, hongos, protistas y virus. En muchos casos los microorganismos
responsables están presentes desde antes, pero desarrollan una enfermedad sólo
cuando dejan de ser contenidos por los mecanismos de inmunidad celular que el
VIH destruye. Ninguna de estas enfermedades agrede sólo a los VIH positivos,
pero algunas eran casi desconocidas antes de la epidemia de VIH y en muchos
casos las variantes que acompañan o definen al sida son diferentes por su
desarrollo o su epidemiología.
4. Historia
La era
del sida empezó oficialmente el 5 de junio de 1981, cuando los CDC (Centers for
Disease Control and Prevention (Centros para el Control y Prevención de
Enfermedades) de Estados Unidos convocaron una conferencia de prensa donde
describieron cinco casos de neumonía por Pneumocystis carinii en Los Ángeles2
Al mes siguiente se constataron varios casos de sarcoma de Kaposi, un tipo de
cáncer de piel. Las primeras constataciones de estos casos fueron realizadas
por el Dr. Michael Gottlieb de San Francisco.
Pese a
que los médicos conocían tanto la neumonía por Pneumocystis carinii como el
sarcoma de Kaposi, la aparición conjunta de ambos en varios pacientes les llamó
la atención. La mayoría de estos pacientes eran hombres homosexuales
sexualmente activos, muchos de los cuales también sufrían de otras enfermedades
crónicas que más tarde se identificaron como infecciones oportunistas. Las
pruebas sanguíneas que se les hicieron a estos pacientes mostraron que carecían
del número adecuado de un tipo de células sanguíneas llamadas T CD4+. La
mayoría de estos pacientes murieron en pocos meses.
Por la
aparición de unas manchas de color rosáceo en el cuerpo del infectado, la
prensa comenzó a llamar al sida, la «peste rosa», causando una confusión,
atribuyéndola a los homosexuales, aunque pronto se hizo notar que también la
padecían los inmigrantes haitianos en Estados Unidos, los usuarios de drogas
inyectables y los receptores de transfusiones sanguíneas, lo que llevó a hablar
de un club de las cuatro haches que incluía a todos estos grupos considerados
de riesgo para adquirir la enfermedad. En 1982, la nueva enfermedad fue bautizada
oficialmente con el nombre de Acquired Immune Deficiency Syndrome (AIDS),
nombre que sustituyó a otros propuestos como Gay-related immune deficiency
(GRID).
Hasta
1984 se sostuvieron distintas teorías sobre la posible causa del sida. La
teoría con más apoyo planteaba que el sida era una enfermedad básicamente,
epidemiológica. En 1983 un grupo de nueve hombres homosexuales con sida de Los
Ángeles, que habían tenido parejas sexuales en común, incluyendo a otro hombre
en Nueva York que mantuvo relaciones sexuales con tres de ellos, sirvieron como
base para establecer un patrón de contagio típico de las enfermedades
infecciosas.
La
teoría más reconocida actualmente, sostiene que el VIH proviene de un virus
llamado «virus de inmunodeficiencia en simios» (SIV, en inglés), el cual es idéntico
al VIH y causa síntomas similares al sida en otros primates.
En 1984,
dos científicos franceses, Françoise Barré-Sinoussi y Luc Montagnier del
Instituto Pasteur, aislaron el virus de sida y lo purificaron. El dr. Robert
Gallo, estadounidense, pidió muestras al laboratorio francés, y adelantándose a
los franceses lanzó la noticia de que había descubierto el virus y que había
realizado la primera prueba de detección y los primeros anticuerpos para
combatir a la enfermedad. Después de diversas controversias legales, se decidió
compartir patentes, pero el descubrimiento se le atribuyó a los dos
investigadores originales que aislaron el virus, y solo a ellos dos se les
concedió el Premio Nobel conjunto, junto a otro investigador en el 2008,
reconociéndolos como auténticos descubridores del virus, aceptándose que Robert
Gallo se aprovechó del material de otros investigadores para realizar todas sus
observaciones. En 1986 el virus fue denominado VIH (virus de inmunodeficiencia
humana). El descubrimiento del virus permitió el desarrollo de un anticuerpo,
el cual se comenzó a utilizar para identificar dentro de los grupos de riesgo a
los infectados. También permitió empezar investigaciones sobre posibles
tratamientos y una vacuna.
El sida pudo
expandirse rápidamente al concentrarse la atención sólo en los homosexuales,
esto contribuyó a que la enfermedad se extendiera sin control entre
heterosexuales, particularmente en África, el Caribe y luego en Asia.
5. Conocimiento actual de la enfermedad
(Porcentaje
por países de adultos infectados por el sida.)
El VIH
está emparentado con otros virus que causan enfermedades parecidas al sida. Se
cree que este virus se transfirió de los animales a los humanos a comienzos del
siglo XX. Existen dos virus diferenciados que causan sida en los seres humanos,
el VIH-1 y el VIH-2. Del primero la especie reservorio son los chimpancés, de
cuyo virus propio, el SIVcpz, deriva. El VIH-2 procede del SIVsm, propio de una
especie de monos de África Occidental. En ambos casos la transmisión entre
especies se ha producido varias veces, pero la actual pandemia resulta de la
extensión del grupo M del VIH-1, procedente según estimaciones de una infección
producida en África Central, donde el virus manifiesta la máxima diversidad, en
la primera mitad del siglo XX.
La
persona infectada por el VIH es denominada «seropositiva» o «VIH positivo»
(VIH+) y a los no infectados se les llama «seronegativos» o «VIH negativo»
(VIH–). La mayoría de las personas seropositivas no saben que lo son.
La
infección primaria por VIH es llamada «seroconversión» y puede ser acompañada
por una serie de síntomas inespecíficos, parecidos a los de una gripe, por
ejemplo, fiebre, dolores musculares y articulares, dolor de garganta y ganglios
linfáticos inflamados. En esta etapa el infectado es más transmisor que en
cualquier otra etapa de la enfermedad, ya que la cantidad de virus en su
organismo es la más alta que alcanzará. Esto se debe a que todavía no se
desarrolla por completo la respuesta inmunológica del huésped. No todos los recién
infectados con VIH padecen de estos síntomas y finalmente todos los individuos
se vuelven asintomáticos.
(Curso
típico de la infección por VIH. Los detalles, en particular los plazos, varían
ampliamente de un infectado a otro. En azul, evolución del recuento de
linfocitos T CD4+. En rojo, evolución de la carga viral.)
Durante
la etapa asintomática, cada día se producen varios miles de millones de virus
VIH, lo cual se acompaña de una disminución de las células T CD4+. El virus no
sólo se encuentra en la sangre, sino en todo el cuerpo, particularmente en los
ganglios linfáticos, el cerebro y las secreciones genitales.
El
tiempo que demora el diagnóstico de sida desde la infección inicial del virus
VIH es variable. Algunos pacientes desarrollan algún síntoma de inmunosupresión
muy pocos meses después de haber sido infectados, mientras que otros se
mantienen asintomáticos hasta 20 años.
6. Estado actual
(Prevalencia
del VIH en el mundo (2008). Clave: Sin datos
Menos de 0.1% 0.1-0.5 % 0.5-1 % 1-5 %
5-15 % 15-50 %)
Artículo
principal: Pandemia de VIH/sida.
Sin
embargo, desde fines de los años 1990, en algunos grupos humanos del Primer
Mundo los índices de infección han empezado a mostrar signos de incremento otra
vez. En el Reino Unido el número de personas diagnosticadas con VIH se
incrementó un 26% desde 2000 a 2001. Las mismas tendencias se notan en EE.UU. y
Australia. Esto se atribuye a que las generaciones más jóvenes no recuerdan la
peor fase de la epidemia en los ochenta y se han cansado del uso del condón. El
sida continúa siendo un problema entre las prostitutas y los usuarios de drogas
inyectables. Por otro lado el índice de muertes debidas a enfermedades
relacionadas con el sida ha disminuido en los países occidentales debido a la
aparición de nuevas terapias de contención efectivas (aunque más costosas) que
aplazan el desarrollo del sida.
Porcentaje
de infectados en el continente africano (en 1999).
Descenso
de la esperanza de vida en algunos países de África.: Botsuana Zimbabue Kenia Sudáfrica Uganda
En
países subdesarrollados, en particular en la zona central y sur de África, las
malas condiciones económicas (que llevan por ejemplo a que en los centros de
salud se utilicen jeringas ya usadas) y la falta de educación sexual debido a
causas principalmente religiosas, dan como resultado un altísimo índice de
infección (ver sida en África). En algunos países más de un cuarto de la
población adulta es VIH-positiva; solamente en Botsuana el índice llega al
35,8% (estimado en 1999, fuente en inglés World Press Review). La situación en
Sudáfrica —con un 66% de cristianos y con el presidente Thabo Mbeki, que
comparte, aunque ya no de manera oficial, la opinión de los «disidentes del
sida»— se está deteriorando rápidamente. Sólo en 2002 hubo casi 4,7 millones de
infecciones. Otros países donde el sida está causando estragos son Nigeria y
Etiopía, con 3,7 y 2,4 millones de infectados el año 2003, respectivamente. Por
otro lado, en países como Uganda, Zambia y Senegal se han iniciado programas de
prevención para reducir sus índices de infección con VIH, con distintos grados
de éxito.
Las
tasas de infección de VIH también han aumentado en Asia, con cerca de 7,5
millones de infectados en el año 2003. En julio de 2003, se estimaba que había
4,6 millones de infectados en India, lo cual constituye aproximadamente el 0,9%
de la población adulta económicamente activa. En China, la cantidad de
infectados se estimaba entre 1 y 1,5 millones, aunque algunos creen que son aún
más los infectados. Por otra parte, en países como Tailandia y Camboya se ha
mantenido constante la tasa de infección por VIH en los últimos años.
Recientemente
ha habido preocupación respecto al rápido crecimiento del sida en la Europa
oriental y Asia central, donde se estima que había 1,7 millones de infectados a
enero de 2004. La tasa de infección del VIH ha ido en aumento desde mediados de
los 1990s, debido a un colapso económico y social, aumento del número de
usuarios de drogas inyectables y aumento del número de prostitutas. En Rusia se
reportaron 257 000 casos en 2004 de acuerdo a información de la Organización
Mundial de la Salud; en el mismo país existían 15 000 infectados en 1995 y 190
000 en 2002. Algunos afirman que el número real es cinco veces el estimado, es
decir, cerca de un millón. Ucrania y Estonia también han visto aumentar el
número de infectados, con estimaciones de 500 000 y 3700 a comienzos de 2004,
respectivamente.
7. Las mujeres y el sida
Según el
Fondo de las Naciones Unidas para las Mujeres (UNIFEM), a pesar de que la
infección del VIH comenzó concentrándose básicamente en hombres, a día de hoy,
las mujeres suponen el 50% de las personas infectadas con el VIH. Incluso en
regiones como el África Subsahariana, las mujeres representan el 60% del total
de la población con VIH.
8. Prevención
La única
causa de la transmisión es el intercambio de fluidos corporales, en particular
la sangre y las secreciones genitales. El virus VIH no se puede transmitir por
la respiración, la saliva, el contacto casual por el tacto, dar la mano, abrazar,
besar en la mejilla, masturbarse mutuamente con otra persona o compartir
utensilios como vasos, tazas o cucharas. En cambio es teóricamente posible que
el virus se transmita entre personas a través del beso boca a boca, si ambas
personas tienen llagas sangrantes o encías llagadas, pero ese caso no ha sido
documentado y además es considerado muy improbable, ya que la saliva contiene
concentraciones mucho más bajas que por ejemplo el semen, y también porque la
saliva tiene propiedades antivirales que hacen que destruya al VIH.
8.1.
Penetración
La
infección por VIH por las relaciones sexuales ha sido comprobado de hombre a
mujer, de mujer a hombre, de mujer a mujer y de hombre a hombre. El uso de
condones de látex se recomienda para todo tipo de actividad sexual que incluya
penetración. Es importante enfatizar que se debe usar el condón hecho del
material látex, pues otro condón (de carnero) que existe en el mercado, hecho a
base de material orgánico, no es efectivo para la prevención. Los condones
tienen una tasa estimada del 90-95% de efectividad para evitar el embarazo o el
contagio de enfermedades, y usado correctamente, esto es, bien conservado,
abierto con cuidado y correctamente colocado, es el mejor medio de protección
contra la transmisión del VIH. Se ha demostrado repetidamente que el VIH no
pasa efectivamente a través de los condones de látex intactos.
El sexo
anal, debido a la delicadeza de los tejidos del ano y la facilidad con la que
se llagan, se considera la actividad sexual de más riesgo. Por eso los condones
se recomiendan también para el sexo anal. El condón se debe usar una sola vez,
tirándolo a la basura y usando otro condón cada vez. Debido al riesgo de rasgar
(tanto el condón como la piel y la mucosa de la paredes vaginales y anales) se recomienda
el uso de lubricantes con base acuosa. La vaselina y los lubricantes basados en
aceite o petróleo no deben usarse con los condones porque debilitan el látex y
lo vuelven propenso a rasgarse.
8.2.
Sexo oral
En
términos de trasmisión del VIH, se considera que el sexo oral tiene menos
riesgos que el vaginal o el anal. Sin embargo, la relativa falta de
investigación definitiva sobre el tema, sumada a información pública de dudosa
veracidad e influencias culturales, han llevado a que muchos crean, de manera
incorrecta, que el sexo oral es seguro. Aunque el factor real de trasmisión
oral del VIH no se conoce aún con precisión, hay casos documentados de
transmisión a través de sexo oral por inserción y por recepción (en hombres).
Un estudio[cita requerida] concluyó que el 7,8% de hombres recientemente
infectados en San Francisco probablemente recibieron el virus a través del sexo
oral. Sin embargo, un estudio[cita requerida] de hombres españoles que tuvieron
sexo oral con compañeros VIH+ a sabiendas de ello no identificó ningún caso de
trasmisión oral.
8.3. Vía
parenteral
Se sabe
que el VIH se transmite cuando se comparten agujas entre usuarios de drogas
inyectables, y éste es uno de las maneras más comunes de transmisión. Todas las
organizaciones de prevención del sida advierten a los usuarios de drogas que no
compartan agujas, y que usen una aguja nueva o debidamente esterilizada para
cada inyección. Los centros y profesionales del cuidado de la salud y de las
adicciones disponen de información sobre la limpieza de agujas con lejía. En
los Estados Unidos y en otros países occidentales están disponibles agujas
gratis en algunas ciudades, en lugares de intercambio de agujas, donde se
reciben nuevas a cambio de las usadas, o en sitios de inyecciones seguras.
8.4.
Circuncisión
Un
estudio de 200513 informaba que el estar circuncidado podría reducir
significativamente la probabilidad de que un hombre se infecte de una mujer
seropositiva por penetración vaginal. Los rumores en este sentido, producidos a
partir de trabajos anteriores no concluyentes, han aumentado ya la popularidad
de la circuncisión en algunas partes de África. Un trabajo relacionado14 estima
que la circuncisión podría convertirse en un factor significativo en la lucha
contra la extensión de la epidemia.
8.5.
Resistencia natural
Investigaciones
recientes[cita requerida] confirmaron que de hecho existen personas más inmunes
al Virus, debido a una mutación en el genoma llamada "CCR5-delta 32".
Según se cree, habría aparecido hace 700 años, cuando la peste bubónica diezmó
a Europa. La teoría dice que los organismos con ese gen impiden que el virus
ingrese en el glóbulo blanco. Este mecanismo es análogo al de la peste negra.
El VIH se desarrolla en estas personas de manera más lenta, y han sido
bautizados como "no progresores a largo plazo".
8.6.
Saliva
Después
de la sangre, la saliva fue el segundo fluido del cuerpo donde el VIH se aisló.
El origen del VIH salivar son los linfocitos infectados de las encías
(gingiva). Estas células emigran dentro de la saliva en una tasa de un millón
por minuto. Esta migración puede aumentar hasta 10 veces (diez millones de
células por minuto) en enfermedades de la mucosa oral, las cuales son
frecuentes en un huésped inmunodeficiente (tal como un individuo con infección
por VIH). Estudios inmunocitoquímicos recientes muestran que en los pacientes
con sida hay una concentración más alta de VIH en los linfocitos salivares que
en los linfocitos de la sangre periférica. Esto sugiere que los linfocitos
infectados reciben una estimulación antigénica por la flora oral (bacterias en
la boca) lo que da lugar a una mayor expresión del virus" (A. Lisec,
"Za zivot", izdanje "U pravi trenutak", Dakovo 1994.
s.27O-271.)
8.7.
Abstinencia
Según
algunos estudios, los programas que preconizan la abstinencia sexual como
método preventivo exclusivo no han demostrado su utilidad para disminuir el
riesgo de contagio del virus.15 Edward Green, director del Aids Prevention
Research Project de Harvard, asegura que "El preservativo no detiene el
sida. Sólo un comportamiento sexual responsable puede hacer frente a la
pandemia"16
8.8.
Monogamia
En el
África subsahariana, y otros países subdesarrollados, se ha mostrado eficaz en
la lucha contra el sida el fomento de la monogamia y el retraso de la actividad
sexual entre los jóvenes.17 18
9.Tratamiento
Actualmente
existen medicamentos, llamados antirretrovirales, que inhiben enzimas
esenciales, la transcriptasa reversa, retrotranscriptasa o la proteasa, con lo
que reducen la replicación del VIH. De esta manera se frena el progreso de la
enfermedad y la aparición de infecciones oportunistas, así que aunque el sida
no puede propiamente curarse, sí puede convertirse con el uso continuado de
esos fármacos en una enfermedad crónica compatible con una vida larga y casi
normal. La enzima del VIH, la retrotranscriptasa, es una enzima que convierte
el ARN a ADN, por lo que se ha convertido en una de las principales dianas en
los tratamientos antirretrovirales.19
En el
año 2007 la Agencia Europea de Medicamentos (EMEA por sus siglas en inglés)
autoriza el fármaco Atripla que combina tres de los antirretrovirales más
usuales en una única pastilla. Los principios activos son el efavirenz, la
emtricitabina y el disoproxilo de tenofovir. El medicamento está indicado para
el tratamiento del virus-1 en adultos. 20
Al
inhibir diferentes enzimas, las drogas intervienen en diferentes momentos del
proceso de multiplicación del virus, impidiendo que dicho proceso llegue a
término. La ventaja de la combinación reside, justamente, en que no se ataca al
virus en un solo lugar, sino que se le dan "simultáneos y diferentes
golpes". Los inhibidores de la transcriptasa inversa introducen una
información genética equivocada" o "incompleta" que hace imposible
la multiplicación del virus y determina su muerte. Los inhibidores de las
proteasas actúan en las células ya infectadas impidiendo el «ensamblaje» de las
proteínas necesarias para la formación de nuevas partículas virales.
En 2010
se comprobó la eliminación del virus de un paciente con leucemia al recibir un
transplante de médula de un donante con una muy rara mutación genética que lo
vuelve inmune a una infección con HIV; se recuperó de ambas enfermedades.
Siendo una mutación muy rara y una operación con altos riesgos, la posibilidad
de que esto se vuelva una solución practica es casi inexistente de momento. A
pesar de los resultados, las operaciones de este tipo exigen dosis de
inmunosupresores para toda la vida. El defecto genético en cuestión hace que
las células T no expresen el receptor CCR5 o CXCR4 que el virus necesita
reconocer para entrar a la célula.21 22
10. La proteína SEVI
Según un
trabajo elaborado en el año 2007 por científicos de las universidades de Ulm y
Hannover, en conjunto con científicos españoles, se ha descubierto una proteína
en el semen humano, que facilita la transmisión del virusVIH.
Con
frecuencia la cantidad de virus existente en el semen no alcanza los niveles
mínimos esperables para que pueda generarse contagio. Sin embargo esta proteína
llamada SEVI, desempeña un rol de facilitador para la propagación de la
infección, con concentraciones de VIH en semen que de otro modo jamás hubieran
producido contagio.
Esta
proteína se manifiesta en dos formatos o arquitecturas diferentes. Es la SEVI
de estructura amiloidea, la que cuenta con capacidad de convertirse en patógena
o mutar sus propiedades biológicas [1]. Esta proteína favorece
considerablemente el contagio por semen, facilitando la infección y distribución
del virus.
11. Teorías disidentes
Existe
un grupo minoritario de científicos y activistas surgido en la década del 80
que cuestiona la conexión entre el VIH y el sida, e incluso la misma existencia
del virus. También ponen en tela de juicio la validez de los métodos de prueba
actuales. Estos disidentes alegan que no son invitados a las conferencias sobre
la enfermedad y que no reciben apoyo monetario para sus investigaciones.
Miembros
significados de este movimiento son el Profesor de Biología molecular y celular
Peter Duesberg, el matemático Serge Lang, la Física médica Eleni
Papadopulos-Eleopulos, el biólogo molecular Harvey Bialy, el químico experto en
inhibidores de la proteasa David Rasnick y los Premios Nobel Kary Mullis
(Química en 1993) y Walter Gilbert (Química 1980).
11.1. Posición con mayor consenso en
la comunidad científica
Dentro
de la comunidad científica existe un gran consenso sobre VIH/sida. Y aunque
todavía existen varios aspectos de la enfermedad que se desconocen, se
considera que la información que establece la relación causal entre el VIH y el
sida es contundente.
Las
teorías disidentes son calificadas de pseudocientíficas por la mayoría de la
comunidad científica23 24 al negar la existencia de lo que se considera gran
cantidad de evidencia empírica que refuta sus hipótesis. Consideran además que
las hipótesis no cumplen requisitos científicos básicos: no cumplen la
estrategia científica de la navaja de Occam, no aportan evidencia empírica que
demuestre anomalías en las teorías consolidadas, eligen la evidencia de manera
selectiva para validar las hipótesis y se basan en conocimientos obsoletos
sobre virología.
Según
los partidarios de la teoría mayoritariamente aceptada, los partidarios de las
teorías disidentes no ofrecen explicaciones científicamente convincentes de por
qué muchos seropositivos desarrollan sida antes de empezar con el tratamiento,
al cual suelen atribuir el síndrome. Los partidarios de las teorías disidentes
dan varias explicaciones (consideradas como poco serias y faltas de evidencias)
para la aparición del sida en individuos que no han empezado el tratamiento:
• Peter Duesberg lo explica mediante una
inmunosupresión provocada por drogas "recreativas"`.
• Kary Mullis explica la aparición de
sida en pacientes no tratados como consecuencia de una sobreestimulación del
sistema inmune, consecuencia de una exposición múltiple a antígenos.
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